
LA MAGIA De LAS
PALABRAS
Foto del Dr. José Lorenzo Sánchez Alavez
"Somos una casualidad llena de intención"
MARGUERITE YOURCENAR

Nació el 8 de junio de 1903
Falleció : 17 de diciembre de 1987
El cuento >>Como se salvò Wang Fo >>. pertenece a la colección de cuentos orientales (1938)
se expresa la consolidación del genero narrativo, abarca novelas,cuentos, poesías,ensayo,teatro, critica y traducción literaria.
ESTE APARTADO DE ¿COMO SE SALVO WANG-FO? SE VEN VARIAS HISTORIAS INSPIRADAS EN ESTE CUENTO EL CUAL HA SIDO UNA DE LAS OBRAS MAS RECONOCIDAS DE MARGUERITE YOURCENAR.

La pintura de Wang-fo
El anciano pintor Wang-Fo y su discípulo Ling erraban por los caminos del reino de Han. Avanzaban lentamente, pues Wang-Fo se detenía durante la noche a contemplar los astros y durante el día a mirar las libélulas. No iban muy cargados, ya que Wang-Fo amaba la imagen de las cosas y no las cosas en sí mismas, y ningún objeto del mundo le parecía digno de ser adquirido a no ser pinceles, tarros de laca y rollos de seda o de pale de arroz.
Ling no había nacido para correr los caminos al lado de un anciano que se apoderaba de la aurora y apresaba el crepúsculo. Ling había crecido en una casa donde la riqueza abolía las inseguridades. Aquella existencia, cuidadosamente resguardada, lo había vuelto tímido: tenía miedo de los insectos, de la tormenta y del rostro de los muertos. Cuando era muy joven su padre le escogió una chica a cuál se convertiría en su esposa. Ella era bella, inteligente y con mucho carácter lo cual le faltaba al joven Ling.
Después de la boda, los padres de Ling fallecieron entonces él se quedó solo en su casa pintada del cinabrio, en compañía de su esposa. Ling amo a aquella mujer de corazón limpio igual que se ama a un espejo que no se empaña nunca, o a un talismán que siempre nos protege.
Una noche Ling salió a comprar algunas cosas que necesitaba su esposa para la casa, ya era demasiado oscuro y había una lluvia muy intensa. Ling tuvo que resguardarse en algún lugar que encontró en la calle; justo al lado de él estaba el viejo Wang-Fo con sus pinturas a la intemperie. Ling puso mucha atención a aquellas pinturas desde el primer instante en que las vio, comenzó a tener una charla acerca de esas pinturas con el viejo Wang-Fo. Al cesar un poco la lluvia Ling decidió ofrecerle a Wang-Fo una morada en su casa ya que él sabía que podía aprender mucho de él acerca de la vida y otra forma de verla.
Al llegar a la casa de Ling su esposa les ofreció de cenar a ambos y después de eso le mostraron el cuarto donde se quedaría Wang-Fo. Cuando por fin todos se quedaron dormidos Ling se levantó y fue a admirar las pinturas de Wang-Fo, él se quedaba maravillado de lo que el pintaba. Él tenía pinturas de insectos, tormentas, paisajes, colores y demás cosas. Después de admirar eso el perdió de alguna forma ciertos miedos que tenía hacia el exterior. A la mañana siguiente Wang-Fo siguió pintando lo que le pareció bello, Ling quedaba impresionado de lo bello que pintaba…tanto así que fueron pasando los días y Ling solo le prestaba atención a él y a sus pinturas, su esposa llego a tal grado de desesperación que decidió dejarlos a ambos en la casa, ella se fue, pero no fue de tanto impacto ya que Ling había decidido dedicarle su vida entera a Wang-Fo y los aprendizajes que podía darle.
Ling iba vendiendo continuamente sus pertenencias para proporcionar al maestro tarros de tinta. Cuando la casa estuvo vacía, se marcharon y Ling cerro tras el la puerta de su pasado. Wang-Fo estaba cansado de estar en una ciudad donde las mismas caras, paisajes, le parecían aburridos, sin ningún sentido así que decidieron ponerse en marcha vagando por los caminos del reino de Han.
Se decía que Wang-Fo tenía el poder de darle vida a sus pinturas gracias a un último toque de color que añadía a los ojos, un brillo que solo él sabía como proporcionárselo. Los sacerdotes honraban a Wang-Fo como un sabio; el pueblo lo temía como a un brujo.
Wang-Fo agradecía la diversidad que había de opiniones acerca de él ya que esto le permitía estudiar las expresiones de miedo y alegría que él podía provocar. Ling mendigaba comida ya que el anciano no permitía que se le pagase por su trabajo, debido a esto no recibían casi nunca algún alimento. Ling se pasaba todo el rato alzándole el ánimo a Wang-Fo , lo veneraba como a un dios y siempre le aplaudía lo que hacía.
Un día, al atardecer, llegaron a los arrabales de la ciudad imperial, y Ling buscó para Wang-Fo un albergue donde pasar la noche. El anciano se envolvió en sus harapos y Ling se acostó junto a el para darle calor. Al llegar el alba, unos pesados pasos resonaron por los pasillos de la posada; Ling se estremeció, recordando que el día anterior había robado un pastel de arroz para la comida del maestro. Entraron los soldados provistos de faroles y al ver a Wang-Fo y a Ling los tomaron y sin pensarlo dos veces se los llevaron a la fuerza sin dar ninguna explicación ni cometario.
A todas las preguntas que hacia Wang-Fo, los soldados contestaban con una mueca grotesca, sus manos atadas le dolían y Ling, desesperado, miraba a su maestro sonriendo, pero al mismo tiempo le salían unas lágrimas de dolor por verlo así. De alguna forma Ling encontró la forma de zafarse de la atadura que tenían sus manos, cuando uno de los soldados se distrajo el desato a su maestro; Ling golpeo a uno de los soldados que los estaban cuidando, lograron bajarse de la carrosa donde los llevaban saltando de ella mientras esta seguía en movimiento. Rápidamente se escondieron por los arbustos que había ahí cerca mientras la carrosa seguía en camino para no ser vistos.
Como ya estaba amaneciendo decidieron recostarse en medio de la nada, entonces ambos se quedaron dormidos. Un ruido muy perturbador los despertó era el Emperador enfrente de ellos junto con una gran cantidad de soldados a su alrededor.
Wang-Fo estaba demasiado confundido al no saber la razón de por que el Emperador lo estaba buscando. --¿Creíste que te ibas a escapar de mí? -- Le dijo el Emperador al viejo Wang Fo. Parecía demasiado enojado, pero aun Wang-Fo no entendía lo que pasaba en esos momentos. —Dragón celeste—dijo Wang-Fo, prosternando se--, soy viejo, soy pobre y sor débil. Tu eres como el verano; yo soy como el invierno. Tú tienes Diez Mil Vidas; yo no tengo más que una y pronto acabará. ¿Qué te he hecho yo? Han atado mis manos que jamás un daño hicieron.
--¿y tú me preguntas que es lo que me ha hecho, viejo Wang-Fo? -dijo el Emperador, inclinando su cuello delgado hacia el anciano que lo escuchaba--. Voy a decírtelo. Mi padre era coleccionista de todas tus pinturas. A él le encantaba ponerlas en algún lugar donde no cualquiera tuviera el privilegio de admirarlas. Yo crecí junto con esas pinturas, aquellas que me hacían tener la ilusión de que todo lo que tu pintabas era igual en la realidad, pero… nunca fue así. Cuando crecí y tuve la oportunidad de visitar todos aquellos paisajes que pintaste me llevé la gran decepción de que no eran así; que todo lo que tu pintaste era mentira y solo en tu mundo las cosas así. Crecí junto con una mentira que tú me hiciste creer y ahora tú vas a pagar.
Al escuchar todo lo que el Emperador decía, Ling hizo un movimiento que sin pensarlo lo llevó a la muerte; él le arrebató el arma que tenía uno de los soldados y con eso quiso matar al emperador lo cual no salió como pensaba y el termino decapitado enfrente de su maestro Wang-Fo. --¿ vez lo que le paso por tu culpa viejo Wang-Fo? Le dijo el emperador. El viejo derramó unas lágrimas de tristeza por su compañero de viaje.
--Óyeme, viejo Wang-Fo dijo el Emperador--, y seca tus lagrimas pues no es el momento de llorar. Tus ojos deben permanecer claros, con el fin de que la poca luz que aún les queda no se empañe con tu llanto. Tengo otros proyectos, viejo Wang-Fo. Poseo, entre la colección de tus obras, una pintura admirable en donde se reflejan las montañas, el estuario de los ríos y el mar, infinitamente reducidos. Pero esta pintura se halla inacabada, Wang-Fo, y tu obra maestra no es más que un esbozo.
A una señal del dedo meñique del Emperador, dos eunucos trajeron respetuosamente la pintura inacabada donde Wang-Fo había trazado la imagen del cielo y del mar. Wang-Fo se secó las lágrimas y sonrió, pues aquel apunte le recordaba su juventud. Wang-Fo empezó por teñir de rosa la punta del ala de una nube posada en una montaña. Luego añadió a la superficie del mar unas pequeñas arrugas que no hacían sino acentuar la impresión de su serenidad. La frágil embarcación, agrandadas por las pinceladas del pintor, ocupaba ahora todo el primer plano del rollo de seda. El ruido acompasado de los remos elevo de repente en la distancia, rápido y ágil como un batir de alas.
Con el agua hasta los hombros, los cortesanos inmovilizados por la etiqueta, se alzaban sobre la punta de los pies. El agua llegó por fin a nivel del corazón imperial. El silencio era tan profundo que hubiera podido oírse caer las lágrimas. Era Ling, en efecto. Llevaba puesto su traje viejo de diario, y su manga derecha aun llevaba la huella de un enganchón que no había tenido tiempo de coser aquella mañana, antes de la llegada de los soldados.
Wang-Fo le dijo dulcemente, mientas continuaba pintando: --te creía muerto. A lo que el respondió –estando usted vivo—dijo respetuosamente Ling--. ¿cómo podría yo morir?
Y ayudó al maestro a subir la barca. El Emperador y todos sus soldados estaban por debajo del agua la cual iba bajando mientras el barco de la pintura donde iban Wang-Fo y Ling se alejaba, hasta que solo se veía una pequeña y diminuta mancha en aquella pintura.
(WIX,2018)

¿Como se salvo wang-fo?(adaptación)
Esta es una historia la cual se compara mucho con momentos que nosotros como personas
llegamos a vivir o nos gustaría llegar a vivir, es un cuento que nos muestra la manera de vivir y de
sobrevivir así como son capaces de llevar dos personas su vida sin importarles la opinión de la
gente, al contrario enseñarles que esa es la manera de sentirse a gusto consigo mismo. Ver las
cosas de una buena manera así como es bueno verlas a nuestro modo de pensar, lo único que si no
sería permitido es que la manera de llevar nuestra vida fuera la causante de daño al prójimo.
Wang-Fô era una persona que le gustaba mucho el arte de pintar era un viejo que amaba las
imágenes de las cosas en sí mismas, sólo le gustaban sus tarros de pintura y sus lienzos; era una
persona que no se apegaba de las cosas materiales de la vida, todo lo veía diferente, le gustaba ver
la naturaleza, ver las estrellas y estar en un mundo donde el solo sabía llegar; no le asustaban las
cosas que comúnmente eran aterradoras, todo para él era normal y así hasta en su lecho de muerte
el lucho e imagino sus pinturas y así su mente al igual que su alma se salvaron de sufrimiento, ya
que su cuerpo si lo sufrió, pero la manera de ver su vida salvo su alma y la de su querido discípulo.
Esta como tal es una manera de llevar su vida, como nosotros alcanzamos en algún momento de la
vida cuando nos inclinamos por una carrera tenga o no tenga futuro, según la mayoría de la gente a
nosotros no nos importa y lo único que tenemos es luchar por ella hasta el final y lograr nuestros
objetivos propuestos
En cambio Ling con la ayuda del anciano pudo lograr ver las cosas de diferente forma; él fue un
joven que tuvo una vida de sobreprotección y de comodidad, un joven de muy buen corazón y una
pureza en su alma, en compañía de su hermosa esposa vivían una vida tranquila hasta que en un
momento determinado su esposa se suicidó cuando se encontró a Wang-Fô en aquel bar este le
mostró cómo ver el mundo de diferente manera.
Muy pronto volverán a estar secos y ni siquiera se acordarán de que sus trajes se hayan
humedecido. Solo el emperador conservará en su corazón un poco de amargura del mar. Esa gente
no está hecha para perderse en el interior de una pintura en torno a los grandes acantilados que se
fueron convirtiendo de nuevo en columnas. Pronto quedaron solamente algunos charcos escasos
que relumbraban en los declives del piso de jade.
Los ropajes de los cortesanos estaban secos, pero el emperador conservaba ciertos restos de
espuma en el borde de su manto.
(SILBARIO,2014)

Wang-Fo
Wang-Fô tenía una manera distinta de ver las cosas, ya que, no se fijaba en las cosas en sí, retrataba en sus obras lo que el quería mostrar, mas no lo que era.
Ling tenía una manera "normal " de observar su entorno que al conocer a Wang Fo, lo hizo reflexionar sobre esas mismas observaciones a una manera más profunda, ya no veía todo como simple o poco ,todo se volvió un poco mejor; cambio su percepción completamente. En su última obra Wang pensó que los demás no podrían llegar a percibir o valorar su punto de vista hacia su última obra ya que además era única de su imaginación al contrario de sus otras obras. El emperador tenía cierta perspectiva de belleza hacia el mundo que además jamás había visto este, al ver las obras de Wang quiso ver algo igual pero él tenía otras perspectivas, otra manera de pensar, y se precipitó, simplemente no contemplaba las cosas. Era más crudo, más realista; por otra parte, Wang era más simbólico, más observador y pensaba de una manera distinta, se fijaba en cosas que los demás no y era algo que pocos podrían llegar a percatarse
La relación entre Ling y Wang era de respeto. Wang mostraba su punto de vista y lo enseñaba a los demás; Ling, valoró que Wang le mostrara una nueva visión de todo lo que lo rodeaba, algo que nadie más le pudo mostrar, y por cómo se expresaba. Wang, agradecido que Ling fuera tan unido a él que lo ayudara, le dio un valor muy importare en su vida, era muy leal, respetuoso y un gran compañero que estuvo con él en todo momento y lo defendía sin dudarlo; se tenían un gran aprecio el uno al otro.
El texto muestra cómo ellos, a pesar de difíciles situaciones, siguieron lo que pensaban y jamás se arrepintieron de ellos. Al leerlo, te hace reflexionar sobre lo que crees y, si en situaciones valdrá la pana pensar así, estar abierto para otros puntos vista como al principio Ling lo hizo con su maestro.
En general, muestra que cada quien tiene diferentes puntos de vista o de percepción que muchos podrían odiar, otros podrían apoyar.
(LA FRANJA,2015)

Como se salvó Wang-Fo
En este nuevo trabajo, realizaremos un ensayo sobre el relato de: cómo se salvó Wang-Fo, tratando de explorar y argumentar algunos fragmentos del relato.
Wang-Fo era un pintor anciano, que erraba por los caminos del reino de Hang junto a su discípulo, quien le enseño otra visión de la pintura, a darle alma, color a cada papel de arroz, no solamente era un papel, era la vida de Wong- Fo.
Wong-Fo no necesitaba de muchas cosas, el las aprecias por la visión por el recuerdo de cada una, no por lo que le podían a portar, así que por lo tanto no cargaba muchas cosas consigo.
Ling, era su discípulo el cual no tenía la necesidad de andar caminando con el viejo anciano, ya que su padre era cambiante de oro y su madre era hija de un comerciante de jade, Ling y Wong Fu, se conocieron en una taberna, donde el anciano se puso sumamente borracho para poder pintar en un realismo como un borracho.
Ling lo ayudó, le dio donde pasar la noche, y poco a poco Ling fue aprendiendo el apreciar la pintura con ojos de amor, convirtiéndose en su discípulo y acompañante del anciano, y fue ahí donde Ling comprendió y apreció el gran regalo de Wang-Fo, una nueva visión para apreciar el alma de cada pintura, así como una percepción nueva.
Por último, un día llegaron los soldados, Ling pensó que iban a arrestarlo a él, pero todo lo contrario iban a arrestar a Wang-Fo, un anciano que solo le quedaba un suspiro, de avanzada edad, lo tomaron de los brazos y lo llevaron ante el emperador, Wang-Fo y Ling desconcertados, sin el saber por qué, pensando en inmediato que los iban a asesinar, en un poco rato el emperador los encara.
Wong-Fo preguntándole al emperador, ¿Qué era lo que había hecho mal?, el emperador en tono de reclamo, le dice, que por culpa de él toda su vida había tenía una percepción de la vida diferente, ya que al salir al exterior fue algo erróneo, la vida era diferente, era más ruda. Por lo cual el emperador le tenía tanto odio.
Por lo cual el emperador le dictó una sentencia, no lo quería ver muerto lo quería ver sufriendo, quería que le quemaran los ojos, esos ojos maravillosos que abrían unas puertas mágicas a su reino, que le cortaran las manos, Ling al escuchar esta sentencia se abalanza contra el emperador, los soldados lo detuvieron y terminaron por decapitarlo.
El emperador le dijo a Wang-Fo, que antes de cumplir la sentencia terminara una de las pinturas, el cual Wang-Fo empieza a trabajar en ello, dándole vida a una pintura inacabada, trazando pinceladas azules, a su nuevo protagonista “el mar”, poco a poco su pintura fue cobrando vida, ahora ya trabajaba sentado sobre el agua, apareciéndole una frágil embarcación, agrandada por las pinceladas del pintor, viéndose en ella a Ling. El pintor admirado de ver a Ling, le preguntó ¿Qué si él no estaba muerto?, a lo cual Ling le respondió: que mientras su maestro estuviese vivo el también lo estaría, ayudándole a subir a la embarcación, y alejándose del emperador, personas que no eran merecedoras del gran arte de Ling.